bandeau_logo_fr01.jpg

bandeau_logo_fr02.jpg

bandeau_logo_fr03.jpg

bandeau_logo_fr04.jpg

bandeau_logo_fr05.jpg

Estás aquí: Inicio » Blog » Editorial
    Imprimir la página ...
Texto para pensar:   Cuando el trabajo es un placer, la vida es bella. Pero cuando nos es impuesto, la vida es una esclavitud.   (Máximo Gorki)

Farmacias de Turno

Blog - Editorial

Byung-Chul Han: Un filósofo en la cima de su influencia  -  por cronywell

Byung-Chul Han: Un filósofo en la cima de su influencia

Byung-Chul Han (Seúl, 1959) recibe este 2025 el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades en un momento singular de su trayectoria intelectual. Con más de dos millones de libros vendidos y una treintena de obras publicadas en apenas doce años, el filósofo surcoreano-alemán se ha consolidado como el pensador contemporáneo más influyente en el análisis crítico de la sociedad neoliberal, la hiperconectividad digital y lo que él denomina la "sociedad del cansancio".

Sin embargo, su nuevo ensayo Sobre Dios. Pensar con Simone Weil (Paidós, 2025) marca un punto de inflexión significativo: por primera vez, Han explora abiertamente la dimensión espiritual y teológica de su pensamiento, revelándose no solo como filósofo crítico sino como católico practicante y teólogo formado.

La propuesta: Siete conceptos para sobrevivir al sinsentido

El libro se estructura en torno a siete conceptos fundamentales extraídos del pensamiento de la filósofa y mística francesa Simone Weil (1909-1943): atención, descreación, vacío, silencio, belleza, dolor e inactividad. Estos términos funcionan simultáneamente como capítulos del libro y como entradas de un glosario filosófico-espiritual para nuestro tiempo.

La elección de Weil como interlocutora no es casual. Han la considera "la figura intelectual más brillante del siglo XX" y confiesa con notable intimidad: "Hace ya algún tiempo que Simone Weil se coló en mi interior. Se instaló en mi alma. Y hoy en día sigue viviendo y hablando dentro de mí". Esta declaración autobiográfica, inusual en su obra anterior, marca el tono meditativo y personal del ensayo.

La tesis central: Descreación como respuesta al consumismo

El concepto medular del libro es la descreación, una idea original de Weil que Han adopta y reinterpreta. La descreación no implica destrucción, sino renuncia consciente al ego, al yo inflado por la voluntad de poder y el rendimiento constante. Como explica Han: "Si nosotros, como criaturas surgidas del amor de Dios, nos descreamos, es decir, renunciamos al yo y nos transformamos en nada, estamos participando de la potencia absoluta de Dios".

Esta propuesta adquiere su dimensión crítica cuando se contrasta con el diagnóstico de la sociedad contemporánea: el ser humano moderno aparece como "esclavo de sus propias creaciones", atrapado en un ciclo de autoexplotación voluntaria que el sistema neoliberal no impone mediante represión, sino mediante seducción. La descreación se presenta entonces como una vía de liberación radical frente al consumismo, la hiperactividad y la saturación digital.

El método: ¿Diálogo o exposición?

Uno de los aspectos más debatidos del libro es su naturaleza metodológica. El título original alemán Sprechen über Gott. Ein Dialog mit Simone Weil ("Hablar sobre Dios. Un diálogo con Simone Weil") sugiere un intercambio dialéctico. Sin embargo, la crítica especializada ha observado que Han opera más como un "expositor sin pegas" que como un interlocutor crítico.

El ensayo cita extensamente las obras de espiritualidad cristiana de Weil (La gravedad y la gracia, A la espera de Dios, Cuadernos), pero raramente discrepa o matiza. Esta adhesión casi total puede interpretarse de dos maneras: como una limitación metodológica o, alternativamente, como una declaración de principios filosóficos y espirituales que trasciende el mero ejercicio hermenéutico.

La continuidad temática: Los temas hanianos revisitados

Pese al giro místico, Sobre Dios mantiene una notable continuidad con los temas recurrentes en la obra de Han. Las críticas a la sociedad tecnologizada, la hiperconectividad, el consumismo, la autoexplotación, la transparencia forzada y el hastío existencial reaparecen, pero ahora articuladas desde un marco teológico y espiritual.

La originalidad reside en que Han encuentra en el pensamiento de Weil una crítica temprana y sorprendentemente actual al mundo moderno. Cuando Weil, marxista heterodoxa de mediados del siglo XX, describe al ser humano como "esclavo de sus propias creaciones", anticipa con décadas de ventaja el diagnóstico haniano sobre el capitalismo digital y la autoexplotación neoliberal.

El estilo: Brevedad, poesía y misticismo

Con apenas 135 páginas, el ensayo responde al formato breve característico de Han, pero introduce una novedad estilística significativa: una escritura más poética, contemplativa y, en palabras de la crítica, "luminosa". El tono íntimo y confesional contrasta con la prosa más analítica y aforística de obras anteriores como La sociedad del cansancio (2010) o Psicopolítica (2014).

Esta transformación estilística no es meramente formal. Refleja el contenido mismo del libro: no se puede escribir sobre el silencio, el vacío y la contemplación con la misma prosa acelerada de la crítica social. El lenguaje se adapta al objeto, se vuelve meditativo.

Las implicaciones: Hacia una ética de la atención

El concepto de atención ocupa un lugar privilegio en la propuesta de Han/Weil. No se trata de la atención dispersa y multitarea de la era digital, sino de una atención plena, contemplativa, que Weil vincula directamente con la oración y Han reconecta con la posibilidad de experimentar belleza, percibir al prójimo auténtico (no como competidor o recurso) y resistir la aceleración capitalista.

Esta atención verdadera requiere, paradójicamente, inactividad consciente, vacío interior y silencio: precisamente aquello que el sistema neoliberal, con su culto al rendimiento y la hiperproductividad, ha declarado obsoleto e improductivo. La reivindicación haniana de "la cultura de la fiesta y la siesta" que persiste en países mediterráneos adquiere así una dimensión ética y casi revolucionaria.

La dimensión teológica: Dios no ha muerto, pero sí sus predicadores

En un pasaje particularmente significativo, Han reformula el célebre dictum nietzscheano: Dios no ha desaparecido, pero sí lo han hecho los seres humanos que predicaron en su nombre. Esta afirmación matizada sugiere que el problema contemporáneo no es tanto la ausencia de trascendencia como la incapacidad institucional y cultural para articularla significativamente.

La "crisis de fe que atraviesa el mundo", según Han, no es una crisis de Dios sino de mediaciones, de lenguajes, de prácticas y rituales que permitan acceder a lo sagrado. Weil ofrece entonces no solo conceptos filosóficos sino una praxis mística capaz de reconectar con la dimensión trascendente de la existencia.

Las controversias: Entre el consuelo y el "Mr. Wonderful progre"

La recepción crítica del pensamiento haniano ha sido históricamente ambivalente. Si bien goza de una popularidad masiva y reconocimiento académico (como evidencia el Premio Princesa de Asturias), también ha sido objeto de críticas que lo tachan de ser un "Mr. Wonderful progre": un pensador que ofrece diagnósticos brillantes pero soluciones vagas o ingenuas, aforismos citables pero no necesariamente transformadores.

Sobre Dios intensifica esta polémica. Para sus defensores, el libro ofrece "una forma de consuelo que no evita el dolor, sino que lo abraza como vía de elevación", una propuesta filosófico-espiritual coherente y necesaria. Para sus detractores, representa una retirada hacia el misticismo individual que abdica de la transformación social estructural, sustituyendo la praxis política por la contemplación privada.

La apuesta estética: Belleza como prueba ontológica

Siguiendo a Plotino y Agustín —y, por supuesto, a Weil—, Han sostiene que la belleza constituye una "prueba" de la existencia de lo trascendente. En un mundo saturado de imágenes pero carente de belleza auténtica, la experiencia estética genuina se vuelve subversiva: interrumpe el flujo incesante de estímulos, demanda atención plena y abre una ventana a lo sagrado.

Esta reivindicación de la belleza no es esteticismo escapista sino resistencia política: frente a la fealdad funcional del capitalismo tardío, la belleza contemplada con atención se convierte en un acto de rebeldía ontológica.

El horizonte: ¿Implosión o transformación?

Han ha afirmado repetidamente que "el capitalismo va a implosionar" bajo el peso de sus propias contradicciones: agotamiento, depresión, disminución de la natalidad, colapso ecológico. Sobre Dios puede leerse como una preparación espiritual para ese colapso, un manual de supervivencia existencial que no ofrece respuestas políticas inmediatas pero sí herramientas para mantener la dignidad humana y el sentido en medio de la crisis.

"El futuro es el nacimiento de un niño", afirma Han con una esperanza que contrasta con el pesimismo de sus diagnósticos. Esta esperanza no es ingenua: está mediada por el dolor, el vacío y la descreación. Es una esperanza que pasa por el desierto, no por el atajo.

Conclusión: Un ensayo de transición y madurez

Sobre Dios. Pensar con Simone Weil representa simultáneamente una recapitulación y una apertura en la trayectoria intelectual de Byung-Chul Han. Recapitula porque integra todos sus temas recurrentes bajo una nueva luz teológica; abre porque revela dimensiones hasta ahora implícitas de su pensamiento y sugiere nuevas direcciones para su crítica cultural.

La colaboración póstuma con Simone Weil resulta fecunda: Weil aporta radicalidad mística y compromiso ético; Han aporta diagnóstico contemporáneo y capacidad de traducción cultural. El resultado es un ensayo breve pero denso, sereno pero inquietante, que invita no solo a pensar de otro modo sino a vivir de otro modo.

En una época de saturación informativa, ruido mediático y aceleración constante, la propuesta de atención, silencio y descreación de Han/Weil puede sonar utópica o ingenua. Pero quizás sea precisamente su aparente imposibilidad lo que la convierte en necesaria: no como receta aplicable sino como horizonte regulativo, como norte ético en medio de la desorientación generalizada.

El filósofo más leído de nuestro tiempo nos invita, paradójicamente, a leer menos y contemplar más, a producir menos y ser más, a hablar menos y escuchar mejor. Es una invitación incómoda, contracultural y, por ello mismo, profundamente filosófica.

 

Publicado el 15/11/2025 » 11:26   | |    |


Comentarios

Nadie ha dejado un comentario todavía.
¡Sea el primero!

Calculadora

Mercados